
El auto en cuestión era el famoso “Pequeño Bastardo”, un Porsche 550 Spyder del cual solo se hicieron 90 unidades.
El
día 30 de septiembre del mismo año, Dean junto a su mecánico Rolf
Wütherich, partieron hacia Salinas, California, para una carrera. En vez
de llevar al “Pequeño Bastardo” en un trailer, Dean y su mecánico
decidieron manejar hasta Salinas.
En la Ruta 466 cerca de Cholame, California, un Ford conducido por Donald Turnupseed se le atravesó en la vía.
Las
autoridades al llegar encontraron a Turnupseed con la nariz rota y
Wütherich (quien había sido lanzado fuera del vehiculo) con la mandibula
dislocada. Dean fue montado en una ambulancia donde falleció a las 5:59
del día 30 de Septiembre de 1955. Sus últimas palabras fueron “Ese tipo
tiene que parar…ya nos vio”
La
maldición se dice que empezó antes de que Dean comprara el vehiculo ya
que este al parecer ya había matado a dos personas en un accidente de
carrera.
El
diseñador de automóviles George Barris compró los restos del “Pequeño
Bastardo” por 2.500 $; durante la entrega el auto resbaló del trailer
rompiéndole ambas piernas al mecánico. Luego un doctor de Beverly Hills
llamado Troy McHenry, compró el motor para ponérselo a su Porsche, al
sacarlo por primera vez el auto se salió de control y se estrelló contra
un árbol, matándolo al instante.
La
transmisión del “Pequeño Bastardo” fue adquirida por William Eschrid
otro doctor, quien haciendo una carrera (muchos dicen que contra
McHenry, perdió el control del vehículo en una curva lesionándolo
gravemente.
Las
llantas del vehículo fueron vendidas por el mismo Barris a un ciudadano
de New York, a quien le reventaron ambas al mismo tiempo sacándolo de
la vía.
Dos
ladrones sufrieron heridas graves al tratar de robar partes del
“Pequeño Bastardo”, y Barris decidió guardar lo que quedaba del auto en
un garage seguro, sin embargo en 1959 ese mismo garage se incendió hasta
los cimientos, auto de Dean no sufrió ningún daño.
Ese
mismo año la “Deanmanía” llegó al máximo y las autoridades de
California decidieron llevar los restos del auto a varias escuelas para
mostrar los peligros de la carretera, estando en Sacramento, California;
un desperfecto de la exhibición hizo que el “Pequeño Bastardo” se
deslizara y le rompiese la cadera a uno de los adolescentes presentes en
la exhibición.
De
regreso a Salinas donde el Porsche era almacenado, el conductor de la
grúa que llevaba al “Pequeño Bastardo” perdió el control de la misma y
fue aplastado por el auto.
Barris,
aprovechando la fama del auto embrujado, decidió llevarlo de gira por
todo el país, en medio de una exhibición el día del aniversario de la
muerte de Dean, un adolescente de 15 años que estaba parado casi a 5
metros del vehículo fue atropellado por el mismo rompiéndole las
piernas, cuando 3 tornillos de seguridad se rompieron simultáneamente.
Luego
de esto, Barris decidió regresar el auto a California pero durante el
viaje en tren el auto desapareció misteriosamente y nunca se volvió a
saber de él.
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